Vulgares, ambiciosos y avorazados  

TRAS BAMBALINAS.

Por Jorge Octavio Ochoa

Arturo Zaldívar se convirtió en el ariete de la reforma judicial de López Obrador. Sin embargo, desde el principio ha fallado.

El presidente se la pidió, pero éste nunca consultó con nadie. A los demás ministros de la Corte sólo les entregó una copia el mismo día que presentó el proyecto.

Todavía en el 2021, él decía que no se debía modificar la estructura de la Corte ni del Consejo de la Judicatura.

Ello, podría atentar contra la independencia judicial y debilitar a la institución cuando lo que se requiere es un Poder Judicial fuerte, independiente, legitimado, dijo.

Tanto él como el todavía presidente de México, pensaban que podrían iniciar el abordaje de la Suprema Corte e instalarlo a él como presidente reelecto de la misma

Sin embargo, tuvieron que abortar ese plan al no poder entronizarlo como presidente de la Corte. Entonces Zaldívar cambió diametralmente de opinión.

Ahora, él preconiza una reforma para que el Consejo de la Judicatura u otro órgano similar, sea el que resuelva asuntos medulares.

Movimientos de jueces, ascensos, sanciones. Ya NO será el pleno de la Corte quien decida eso. El mecanismo de la “elección popular” lo deja en manos del Ejecutivo.

Zaldívar se convierte así, en el ariete de Andrés Manuel, pero no necesariamente de Claudia Sheinbaum,

Hasta el momento, ellos dos están imponiendo sus reglas. Aspiran al control total del Poder Judicial, como cuando Zaldívar tomó el Consejo, junto con Alpízar

El juego es: ser los dueños de la “disciplina” dentro del Poder Judicial, en particular, y después, del país en general.

No es una reforma a favor del pueblo, porque el pueblo no conoce ni a sus diputados locales y federales, menos sabrá quienes son sus jueces.

Es una reforma para instalar una nueva estructura burocrática de poder, en la que todos los servidores públicos se conviertan en ciegos Servidores de la Nación.

Familias enteras se enquistan en el organigrama de gobierno en los estados, municipios, poderes.

Las evidencias están a plena luz. Los Taddei en Sonora, los Batres Guadarrama incrustados ya en los tres Poderes, los Alcalde Luján.

Una cínica danza de esos que se decían de izquierda, provenientes del PSUM, PCM que devinieron en la mezcolanza a la que hoy denuestan, el PRD, del que vivieron.

Hoy ninguno de ellos hace honor ni a los apellidos ni a los personajes de los que varios tomaron sus nombres.

En el actual momento, se han convertido en parte de un engranaje que sólo está en busca del poder. Esa es la “socialización” por la que toma rumbo el país.

Con o sin la victoria aplastante de las urnas, el 2 de junio, que no deja de despertar sospechas, Morena es un partido que tarde o temprano será sometido a escrutinio.

Vulgares y ambiciosos, como aquellos a los que antes criticaban, el hermano de Mario Delgado ya se apresta para ocupar una diputación federal por el PVEM.

También en Puebla, se postula a Mario Miguel Carrillo Cubillas, primo de Mario Delgado, en el distrito de Atlixco.

Leonel Cota, ex dirigente del PRD y ex gobernador gracias a ese partido, prepara a su hijo para ser diputado federal por el distrito de La Paz, Baja California Sur.

En el colmo del cinismo, Sergio Gutiérrez Luna y su esposa Diana Karina Barreras se aprestan a ocupar juntos dos curules en la próxima Legislatura.

Es la búsqueda del poder por el poder. Nada cambió. El profe Hank puede estar feliz y mira desde algún lado a esa estirpe.

Juan Carlos Hank Krauss, hijo del ex alcalde priista de Tijuana, Jorge Hank Rhon, y nieto del legendario “Profe” será candidato del PVEM en Tijuana. Hipócritas.

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