*Celebra en Xalpatláhuac ceremonia litúrgica
*Bendice Misión de Ministros Extraordinarios de la Comunión
Por Isabel Ortega Morales/ SURIANA RADIO/ CEPROVYSA.COM
Xalpatláhuac, Guerrero., Julio 28-2024.- Con el llamado a llevar “el testimonio de la fe y el compromiso de la vida cristiana y vivir con más fervor este misterio de unidad y de amor al distribuir a los demás la eucaristía, ejercitarán la caridad fraterna”, el Obispo de la Diócesis de Tlapa, Dagoberto Sosa Arriaga dio la bendición el servicio de Misión de Ministros Extraordinarios de la Comunión que llevarán a las y los enfermos postrados la palabra y la eucaristía.
En el Santuario del Señor de Santo Entierro, el presbítero de la Parroquia de San Pedro Apóstol, Hugo Pérez Castro, señaló que quienes participan en esta Misión han sido preparados para ser mensajeros de la Palabra del Señor a quienes por alguna circunstancia de enfermedad o de edad no pueden acudir al Santuario a vivir su Fe y recibir la Eucaristía, y que de esta manera acercarán a ellas y ellos la oportunidad de reanimar su espíritu y fortalecer su esperanza de vida.
En una ceremonia llena de alegría en el que más de 30 niñas y niños recibieron la Confirmación y su Primera Comunión, con cánticos del Coro encabezado por Santiago Barrera Bravo, el español y el náhuatl se unían en una sola voz para dar gracias al Creador por este momento.
En ese contexto, el Obispo de Tlapa, Dagoberto Sosa Arriaga, convocó a Madres, Padres, así como a Madrinas y Padrinos, a que sean ejemplo en el cumplimiento de los mandatos de la Iglesia y lleven o motiven la presencia de las niñas y niños en el crecimiento espiritual que será, apuntó, importante para su vida presente y futura cuando los entornos están con distractores que les conducen a tomar decisiones equivocadas.
Asimismo hizo un llamado a la reconciliación familiar, a tejer desde dentro de las familias el amor, la fraternidad y la paz, en ese sentido, Dagoberto Sosa resaltó la importancia de ser asiduos en la lectura de la Biblia, a no usar el Rosario como amuleto, sino como un medio de meditación de la Palabra de Dios, a encender la luz de la fe en los hogares a fin de que la sociedad se beneficie con familias unidas y seres humanos que fortalecen su vida social a partir de una vida espiritual plena.