EL FILOSOFO JUANGA
En Off, escriben los comunicadores.
La melodía bajaba y se escuchaba así, como quedito, tres pisos abajo.
Por allá arriba, algún intendente gozaba, a punto del lagrimal llorador, la sentencia filosofal del Divo de Juárez:
— “Te pareces tanto al PRI… “.
¡Ah, no! Así no va. Se parece tanto a mí.
— ¡Ayayay, dolor, ya me volviste a dar!
EN EL CONGRESO DE GUERRERO
El jefe real, el jefazo, de los diputados locales del Movimiento de Regeneración Nacional, Jacinto González Varona, dictó cátedra de la vertical decisión del priísmo… regenerado.
¿Cuándo habrá presidente de la Junta de Coordinación Política?, le preguntaron los reporteros ¿Esperan la línea de la gobernadora o Félix Salgado para elegir al presidente de la JUCOPO?
— “La gobernadora anda gobernando. El senador anda tomando decisiones en el Senado, nosotros dialogando (negociando, debió decir)”, respondió.
— ¿Entonces, cuándo?
— El martes próximo. Será un hombre o una mujer. Ya está decidido. El martes próximo daremos a conocer su nombre.
— ¿Por qué no ahora mismo?
— Por que estamos repartiendo las comisiones legislativas. Luego de ello ya habrá un coordinador de la JUCOPO, dijo Don Jacinto.…
LAS COMISIONES
Para que las leyes contenidas en la Constitución Política de Guerrero puedan modificarse, es necesario que los diputados locales, y sus asesores técnicos, hagan trabajo de gabinete en las llamadas comisiones legislativas.
En el Congreso de Guerrero existen treinta y cuatro. Todas integradas por un presidente, un secretario, dos vocales y una cantidad ilusa e infinita de los legisladores que quieran integrarse a trabajar a alguna de ellas.
Algunas son de vital relevancia para el trabajo legislativo. Otras son decorativas y otras son algo así como aquella imaginaria comisión de asuntos sin importancia.
Pero todas, todas, todas, significan una compensación económica al presidente de cada una de ellas. Según la comisión será la pedrada.
Por eso, al inicio de cada legislatura, la moneda de cambio para tomar el poder y control político del Poder Legislativo, es el reparto de comisiones.
De todas ellas, la joya de las comisiones es la de la presidencia de la Junta de Coordinación Política.
Luego están la de asuntos políticos y gobernación, de estudios constitucionales y jurídicos, De presupuesto y cuenta pública, vigilancia y evaluación de la auditoria superior del estado y de hacienda, que son las de mayor relevancia y poder.
Le siguen las de justicia, seguridad pública, protección civil, participación ciudadana, derechos humanos, transparencia, y anticorrupción, atención a migrantes, desarrollo urbano y obras públicas, transporte, desarrollo y bienestar social.
Le siguen la de salud, educación, ciencia y tecnología, desarrollo económico y trabajo, artesanías, turismo, desarrollo agropecuario y pesquero.
Luego la de los pueblos y comunidades indígenas y afromexicanos, para la igualdad de género, de los derechos de las niñas, niños y adolescentes, de la juventud y el deporte, recursos naturales, desarrollo sustentable y cambio climático.
A la colita vienen las de cultura, atención a los adultos mayores, de atención a las personas con discapacidad, del agua, infraestructura y recursos hidráulicos, vivienda, de examen previo, instructora y de minería.
Existe otra que no aparece en el organigrama. Es la presidencia del Instituto de Estudios Parlamentarios, que cuenta con presupuesto propio.
Y, en la imaginaria, la de asuntos sin importancia.
El método de Don Jacinto, de reparto del botín, antes que la designación del jefe, contrasta con el propuesto por la diputada Araceli Ocampo, de crear un reglamento para la elección del presidente de la Junta de Coordinación política.
Igual: con reglamento o sin reglamento, cambiar al aparato administrativo del Congreso Local, antes que concluya el año fiscal, será meter en problemas al Poder Legislativo que, a partir de octubre, debe comenzar a discutir la aprobación del presupuesto de egresos e ingresos de los otros poderes, el ejecutivo y el judicial.
Así que, como dicta el mismo filósofo:
— ¿Pero qué necesidad? ¿Para qué tanto problema?
MAS DE AQUEL PRIISMO REGENERADO
El jueves, a la puerta del Palacio Legislativo de Chilpancingo, cientos de estudiantes de la Universidad Autónoma de Guerrero, acarreados por sus profesores, llevaron aquella vieja consigna borreguera del priísmo de los años cuarenta, cincuenta, sesenta y setenta.
Motivados a conciencia por la estimulación de sus profesores, los jóvenes respondieron a la motivación efectiva y aleccionadora del querido profesor: ocho al que vaya al mitin, diez que bloquee calles. Cinco o cero al que no asista.
Fue tal la asistencia que provocaron un caos en las calles de Chilpancingo. Lo mismo hicieron en Acapulco. La instrucción vertical, se supo, vino desde la oficina del rector Javier Saldaña: apoyar la reforma judicial propuesta por el presidente de México.
Desde este jueves, la antes combativa Universidad Autónoma de Guerrero ha cambiado sus hábitos por los de aquellas fuerzas vivas priístas que, dóciles, respaldaban, cualquier mínima expresión del presidente de México.
La UAG ha entrado a la cátedra de que, cuando el presidente estornude, habrá consternación en la República. Y los universitarios le acercarán al pañuelo limpia mocos.
Vendrá la doctoral investigación a la pregunta: ¿Qué hora es? Los universitarios de Guerrero responderán, con las corvas dobladas, “la hora que diga el señor presidente”.
Al final, les corregirán la negación a la tesis de que los cocodrilos vuelan cuando el asesor les recuerde que eso lo dijo el Señor Presidente.
— ¡Ah, sí! Sí vuelan, pero bajito, tendrán que responder al inquisitivo profesor.
FELICIDADES A Don Javier Saldaña.
Ha doblado las corvas y ha quitado la capacidad de análisis y estudio crítico a los jóvenes estudiantes de la Universidad Autónoma de Guerrero para convertirlos en fieles seguidores de la fabulosa secta de las corvas dobladas conocida mundialmente como ¡A la triquititriqui!
¡Los mártires de los sesenta se lo agradecen y le mandan saludos desde ultra tumba!
— Tatatata
Y MIENTRAS TANTO
Por la mañana de ese jueves, el ex gobernador Ángel Aguirre Rivero subió una foto a la red del feisbuc: “Aquí, luego de un desayuno con Dante Delgado, Ranauro, dirigente nacional del partido Movimiento Ciudadano”.
Poco antes del mediodía, Alberto Catalán, Bastida, seguidor del ex gobernador Aguirre, anunció su renuncia a la dirigencia de lo que queda del Partido de la Revolución Democrática en Guerrero.
La mañana de ese día, en Iguala, Mario Moreno se reunió con seguidores del amigo finado de Ángel Aguirre, el empresario Luis Walton, encabezados por Lázaro Mazón, para tomarse un cafecito.
La mañana del viernes, el diputado Rafael Navarrete Quezada, leal al aguirrismo, descubrió, luego de alcaldía y diputaciones regaladas por el PRI, dietas y nóminas incluidas, que ese partido ya no es democrático ni busca la justicia social. ¿Justicia, democracia o bolsillos, señor Navarrete?
A la sesión ordinaria de la cámara local de diputados, del jueves no asistió la astudillista, Erika Luhrs, grupo que pretende quedarse con el mando del partido del Movimiento Ciudadano en Guerrero.
— ¿Cómo se llamó la anaranjada obra?
Desde la Cofradía de la Santa Especulación sospechan: Ya sabemos a qué fue a Ometepec, en el Día del Señor Santiago, Don Mario. A eso.
EL FILÓSOFO
Arriba, en el cuarto piso, el lagrimal llorador del intendente es una catarata cuando aquel entona lapidaria frase:
— Sé que me vas a abandonar, y sé muy bien por quién lo haces.
Tan tan.

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