El huachicol electoral  

TRAS BAMBALINAS. Por JORGE OCTAVIO OCHOA. México se ha convertido, a nivel mundial, en el epicentro de la farsa, la inseguridad y el imperio del crimen organizado.

Es un hecho que, a partir de ahora, México tendrá un nuevo sistema judicial y político, en el que un solo partido dictará las órdenes. El problema, es que ese partido no garantiza la cohesión interna más allá de lo que viva su fundador.

Es evidente que, ni Claudia Sheinbaum, ni mucho menos “Andy” López Beltrán, figuran como el relevo de esa gran utopía, porque los grupos internos del partido se vuelven cada día más poderosos, en la medida en que mantienen la impunidad.

Es indudable que las cosas ya no avanzan de manera tersa dentro de Morena. La dualidad y tolerancia de las declaraciones de la presidenta, ahondan la confusión.

Todo el trayecto de esta reforma judicial, está plagado de escandalosas irregularidades, actos de intimidación, amenazas, sobornos, chantaje, cohecho, que quedarán escritos para la historia, por mucho que lo quieran ocultar.

Lo más grave, es que los sofismas rebotarán por todas partes, porque esos que tanto festinan los resultados, son los mismos que mantuvieron libre a Ovidio Guzmán, al general Salvador Cienfuegos, a Javier Corral, y a Cuauhtémoc Blanco.

Millones saben que todo este teatro fue preparado, para blindar al ex presidente López Obrador y asegurar que él y sus más allegados, no sean detenidos en México tras los testimonios que van a surgir en Estados Unidos.

Existen investigaciones, que revelan que desde el vecino país se apoyaron con dinero turbio campañas en pro de las elecciones judiciales, lo cual se vio en el mismísimo buque escuela Cuauhtémoc. 

Se dice que la reforma judicial mexicana fue apoyada por estructuras criminales y religiosas, asociadas al narco y que, por ello, el gobierno de Trump podría invalidar toda cooperación institucional con el sistema judicial.

Ellos pueden perseguir en su territorio a ciudadanos estadounidenses o residentes legales que hayan participado en este proceso, incluyendo consultores, encuestadores, asesores jurídicos o promotores en redes.

Es decir, Claudia Sheinbaum podría quedar maniatada jurídica y políticamente, por culpa de acciones promovidas por otros, los mismos que fraguaron este huachicol electoral que ahora vivimos y que es tan explosivo como el fiscal.

La distribución impune de “acordeones” o listas con los nombres y números de los candidatos por los que debieron votar los morenistas y burócratas del régimen, por sí solo serían suficiente muestra para anular estos comicios.

Pero eso no pasará, porque también sirvió de tramoya para ocultar la operación “acarreo” e inducción del voto que se llevó a cabo en Veracruz y Durango, donde también hubo elección de presidentes municipales.

Aun así, Morena se apresta para controlar todo en el país, incluso con mentiras, como la que esgrimió con la CENTE, cuando en campaña dijo que derogaría la ley del ISSSTE del 2007 y dice que: “el Estado no tiene recursos”.

Ese fue justo, el argumento que esgrimió Felipe Calderón cuando la promulgó. Ellos politizaron, hasta satanizar el asunto, y se ganaron el apoyo del ala radical de los maestros. Ahora, esos mismos la acusan de mentirosa.

La sección 40 de la CNTE, del estado de Chiapas, declaró que las de este domingo, fueron unas “elecciones de Estado”, “copia fiel de la democracia burguesa que no hace más que apuntalar al reformismo”.

Declararon que esto fue apuntalado desde el sexenio anterior, para “garantizar que quienes ocupen cargos en el poder judicial sean afines a Morena”. Quienes aspiran a esos cargos, “estarán al servicio del Estado y de la oligarquía nacional”.

Denunciaron que muchos activistas y luchadores sociales han sido perseguidos políticamente en el régimen de la 4T. “En vez de procurar el juicio y castigo de estos hechos deleznables, el Poder Judicial sólo ha obstruido la justicia”.

“Quienes ocupen esos cargos no generan ni generarán garantías.” Ese fue el último mensaje de la CNTE. Lo grave, es que Sheinbaum tiene entre sus aliados a representantes de las élites económicas como son Altagracia Gómez, Carlos Slim, o el vocero de la Cámara de Diputados, Arturo Ávila.

Es lamentable que, pese a los innegables esfuerzos de Sheinbaum, y los golpes contra el huachicoleo, que ha dado Omar García Harfuch, todo parece insuficiente. Las malas noticias se la comen día a día.

El decomiso de más de 3 millones de litros de combustible, en un predio propiedad del gobierno de Tabasco, aunado a otras confiscaciones recientes, son un escándalo internacional, pero palidece ante el descomunal fraude de este domingo.

El huachicol electoral disputará primeras planas al descomunal huachicol fiscal que ha descubierto la nueva administración. Pronto tendrá que saberse el grado de involucramiento de funcionarios federales, estatales y municipales.

Hay grupos de Morena que se disputan el poder, envueltos en negocios criminales. Hay figuras “clave” dentro de las aduanas, que están estrechamente vinculadas al ex presidente, y a las que se quiere amparar con el nuevo sistema judicial.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *