n nuestro país, México, la década de los años 90’s estuvo marcada por acontecimientos que contribuyeron a un cambio visible de la necesidad de hacer cambios en las formas de gobernar.

El Ejército Zapatista de Liberación Nacional no solo sirvió para que se titularan estudiantes que dieron seguimiento, ya gráfico, ya de video, ya de entrevistas al Subcomandante Marcos, y también a la esencia del movimiento… sí, lo trascendental para muchos fue estar en el lugar de los hechos que pisaba Marcos y también las y los indígenas chiapanecos.
La otra parte de esos hechos, citaré solo algunos, fue la revancha que hizo Manuel Camacho ante su partido, el PRI, y que enfiló contra el candidato presidencial, Luis Donaldo Colosio, por no ser él el candidato y próximo presidente de México. Así, los estelares noticiosos fueron en torno a la figura del comisionado por la paz, mientras se oscurecía el entorno de la campaña de Colosio.
El mal cálculo de Camacho lo llevó también a ser parte del olvido cuando es asesinado el candidato presidencial y entonces también se le acabó su figura de “tigre” citando al Presidente Estadounidense Donald Trump hacia su homólogo de Rusia, Vladimir Putin “tigre de papel”.
El “pobre México, pobre de todos nosotros”, frase que inmortalizara de sus últimas aportaciones, el ideólogo José Francisco Ruíz Massie, sobre ese magnicidio, nos llevó a citarlas en su propio asesinato.
Han pasado 31 años de ese hecho que tiene mas oscuros que claros y que dejó con sellos negativos a la familia Salinas de Gortari, que al arribo de Ernesto Zedillo Ponce de León a la presidencia de México dejó al primer exmandatario mexicano en una huelga de hambre, a un poderoso hermano incómodo, así llamado, Raúl hijo, en la cárcel y al PRI en un proceso de caída.
José Francisco Ruíz Massieu, es, quizá, uno de los últimos reales ideólogos del Partido Revolucionario Institucional, un hombre que tenía clara la historia que condujo al PRI a encumbrarse en el poder, pero también el riesgo inminente de su caída. Por eso su llamado conciso “o cambiamos, o nos cambian”, iniciando él el propio proceso de cambio al instituir instituciones y organismos que no solo han prevalecido, sino que también se han puesto en marcha a nivel nacional como la Comisión de Derechos Humanos, la atención a las mujeres con un trato igualitario y reconocimiento a sus derechos y aportación política, la secretaría de desarrollo social, hoy del bienestar, figuras de atención a población indígena y afromexicana, solo por citar -también- solo algunas acciones que ciudadanizó, como el COVEI, que impulsó para democratizar al PRI en la elección de candidatas y candidatos a cargos de elección popular.
Un ideólogo, no solo es el que cita frases de pensadores preclaros de la historia del mundo, sino que las lleva a la práctica y las instituye a favor de la propia sociedad, un ideólogo no solo es el que expresa una forma de pensamiento, sino que las conduce a la práctica, las hace cotidianas para que conduzcan, ahí sí, a una transformación.
A poco más de tres décadas del asesinato de José Francisco Ruíz Massieu siendo diputado plurinominal y el próximo Coordinador de la Fracción Parlamentaria del PRI en el Congreso de la Unión, ex Gobernador de Guerrero (1987-1993), el PRI, no ha vuelto su mirada a su aportación, ni ha tomado su pensamiento como una guía de análisis sobre lo que veía y que se convirtió en sentencia. Con pocos en ese instituto político, y de ellos más pequeño el circulo que busca hacer remontar su vuelo, no tienen que ir muy lejos, solo dejarse guiar y aplicar la ruta marcada o esperar la caída total para ver quien recoge las cenizas y cierra las puertas. Surrealismo?