Por Abel Miranda Ayala
El servicio público de transporte en las rutas que comunican a la capital con localidades asentadas en el llamado circuito Río Azul se replegaron hasta el puente de Petaquillas y muchas de las unidades suspendieron su actividad completamente.

Los choferes de las unidades anunciaron que no ofrecerán servicio en Chilpancingo, hasta que se garantice la seguridad tanto para transportistas, como para usuarios, ello luego de que en los últimos días el transporte público ha sido objeto de ataques de grupos delincuenciales y debido a ello estas rutas que se conectan con pueblos al sur de la ciudad, dejaron de entrar a Chilpancingo y se quedaron en el retorno del bulevar Chilpancingo-Petaquillas a la altura del cuartel de la Guardia Nacional.

Con los incidentes que se han registrado en días siguientes los choferes determinaron que no había condiciones de seguridad ni siquiera para estar llegando a ese punto y algunos se replegaron al puente elevado de Petaquillas, otros suspendieron completamente.
Los choferes mediante una conferencia de prensa, hicieron un llamado a la gobernadora, Evelyn Salgado Pineda, para que se garantice la seguridad del gremio transportista en la región.

Indicaron que este día pretendían, ingresar nuevamente a Chilpancingo para poder ofrecer el servicio de manera normal a la ciudadanía, sin embargo, ante la quema de una unidad de la ruta Chilapa-Chilpancingo, optaron por sacar todas las unidades de la capital del estado.

Los transportistas señalaron que tras este ataque pararon servicio más de mil unidades de alrededor de 35 sitios del Circuito Rio Azul, Valle de Ocotito, Petaquillas, Tixtla, Chilapa, Tierra Colorada, Coyuca de Benítez, entre otras.

En este sentido, aseguraron que el servicio quedará suspendido en Chilpancingo de manera indefinida, lo que representa la perdida de empleos para alrededor tres mil transportistas y aproximadamente 9 mil pobladores sin poder trasladarse.