En el contexto del cambio de autoridades municipales hace mes y medio, se buscó encontrar puntos, prospectos supuestamente ya señalados por grupos que buscaban enquistarse en el poder municipal bajo denuncias ya existentes contra ellos, pero hasta el jueves pasado (25 noviembre) no fueron deshabilitados para cargo alguno, pruebas en descargo fueron presentadas ante los medios, que buscaron recrudecer el ánimo de la alcaldesa Abelina López Rodríguez en su toma de decisiones, pero el veneno estaba inoculado…desde el interior.

La administración municipal de Acapulco desde un principio comenzó con el “pié izquierdo” mal y muy mal dirían algunos, producto de su falta de oficio político golpeando de entrada a la administración anterior, en un afán protagónico que continuo con un desaguisado con los medios de comunicación y utilizar a la gente como carne de cañón y sin los protocolos institucionales solicitar un préstamo por 200 millones de pesos, en contra de la postura de su propio secretario de Finanzas y Administración, Ángel Octavio Cisneros Flores, y el pretender dar de baja de decenas de supernumerarios, y como cereza del pastel su iracunda actitud contra una funcionaría del Aeropuerto Internacional de Acapulco.

A como diera lugar busco el respaldo de la Gobernadora Evelyn Salgado Pineda, para sentirse protegida, en el Tianguis Turístico de Mérida. Fue un buen balcón, pero insuficiente, las finanzas municipales la hundían por su falta de conocimiento y sentido común y sus diferencias cada día más notorias con el secretario de Finanzas, Ángel Octavio Cisneros, y su deuda millonaria con él, quien además de ser gerente de Rh/Consultores, le abrió la chequera para solventar su campaña político electoral a la alcaldía de Acapulco.

La brecha se abría, las diferencias cada día eran mayores y para empeorar su ánimo la secretaria de Desarrollo Social, Leticia Lozano Zavala (su pareja sentimental) en mancuerna con su hermana, Norma Lozano Zavala, subsecretaria de Finanzas y Administración, iniciaron una campaña soterrada, tal intriga palaciega, o como diría J. Poirot, desde “La Jaula de las Locas” en contra del secretario de Finanzas Ángel Octavio Cisneros Flores, acotando y disminuyendo sus facultades institucionales y como peón en Palacio Municipal del Parque Papagayo al secretario privado, Ángel Vargas, quien le negaba la presencia y espacio en la agenda de la alcaldesa, en cada vez un más elocuente trabajo sucio en su contra, con un sin duda disimulado acuerdo con la propia Abelina.

Sí el hilo se rompe por lo más delgado, hoy la que se queda “colgada” producto de la intriga palaciega es la alcaldesa Abelina López Rodríguez y las complotistas, pues además de quedar acéfala la secretaria de Finanzas y Administración, tiene en puerta un pesado Juicio laboral por el despido de 300 trabajadores supernumerarios, que tengalo por seguro todos, todos los va a perder, además de la ya perdida credibilidad política como alcaldesa de Acapulco.

Cuánto tiempo le queda a Abelina al frente del Ayuntamiento de Acapulco. Al tiempo.

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