Por JORGE OCTAVIO OCHOA.

El general sí tiene a quién escribirle. Y son cartas amorosas, llenas de entrega, sin rubor.

Y aquel, que dijo que los llevaría a los cuarteles, ahora las recibe gustoso, cada día más lejos de las promesas de sus tiempos mozos.

Aquellos, los de antes, no son los mismos… son peores. La traición es su divisa.

Algunos han querido suavizar el desliz del general Luis Cresencio Sandoval y su apoyo desaforado al régimen de Andrés Manuel López Obrador.

Aunque digan que “se le sacó de contexto”, las palabras no tienen torcedura y son más que claras:

“Las Fuerzas Armadas y la Guardia Nacional vemos en la transformación que vive nuestro país el mismo propósito de las tres primeras transformaciones: el bien de la patria”.

En México, el único que acuñó el lema de la 4ª transformación, fue el que hoy habita Palacio Nacional. Se necesitaría ser extraviado para no inferir que la frase del párrafo anterior se refiere a esta 4ª transformación.

El militar describe entonces la lucha contra la corrupción, y repite la línea central del discurso de López Obrador:

Esta transformación que vive nuestro país… “Se enfoca en desterrar la corrupción, procurar el bienestar del pueblo, el progreso con justicia, la igualdad, el crecimiento económico, educación, salud y seguridad entre otros rubros”.

Y a renglón seguido, viene la arenga, sin requiebros ni rubor: “Como mexicanos, es necesario estar unidos en el proyecto”. Es aquí cuando los seguidores de AMLO preguntan a sus adversarios: ¿Y qué tiene de malo?

Tiene de malo todo, porque vuelve una realidad en marcha lo que muchos hemos advertido desde hace meses: en México, la militarización ya tiene rostro, partido y apellidos y colocan a nuestro presidente en los linderos de la traición.

El que dijo que los regresaría a los cuarteles, hoy les ha dado una preminencia sólo vista en la época postrevolucionaria. Involucrados en empresas, negocios y proyectos que antes sólo dirigían los civiles.

TUFO DE AUTORITARISMO

Todo ello, en medio de un innegable tufo de autoritarismo del presidente López Obrador quien, otra vez, con una grave deficiencia intelectual y académica, tuerce la constitución y las leyes para hacer su voluntad.

Así, por considerarlo un asunto de “seguridad nacional”, emite lo que él llama un “acuerdo”, que más bien es un decreto, para blindar las obras y proyectos que más le interesen al Ejecutivo Federal.

De no avanzar el amparo que preparan el Instituto Nacional de Acceso a la Información (INAI) y varios partidos de oposición, a partir de este fin de año, las dependencias federales tendrán que dictaminar y en su caso autorizar, en 5 días máximo, las obras del gobierno federal que éste considere “de interés público y de Seguridad Nacional”.

Esto implica emitir dictámenes, permisos, licencias; y en su caso, expedir la autorización provisional. Este “decretazo” incluye casi todo y, por ende, viola no sólo la Constitución, sino una decena de leyes en materia de Adquisiciones, de transparencia.

También afecta leyes relacionadas con Comunicaciones, Telecomunicaciones, Ley Aduanera, Asuntos Fronterizos, Recursos Hidráulicos, Medio ambiente, Turismo, Salud, Vías férreas, Ferrocarriles, Energético, Puertos, Aeropuertos

Pero lo más alarmante y patético, es el remedo de exposición de motivos que argumenta el propio presidente López Obrador.

Dice que el “acuerdo o decretazo”, lo emitió con el fin de evitar los amparos promovidos por ex ministros de la Suprema Corte, así como por empresas privadas.

Si una obra cruza por su casa y usted quiere ampararse, queda inerme, desamparado ante una sola voluntad.

Pero más alarmante aún, es la argumentación final del mandatario, digna de cualquier sátrapa o dictador: “Estos proyectos se entregarán, en custodia, a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) a fin de evitar que se privaticen”.

Al Diablo, de un solo plumazo o decretazo, todos los conceptos rectores de la Constitución: Libertad, república, democracia y federalismo. Las opiniones de los Estados y Municipios tampoco contarán ya.

El escándalo no queda ahí. El mismísimo presidente de México conceptualiza su idea a través de la creación ¡de una empresa manejada por la Sedena! Y él mismo pone como ejemplos el Aeropuerto Felipe Ángeles, el Tren Maya y la refinería de Dos Bocas.

Es, sin temor a exagerar, una aberración monumental que ya se encuentra en proceso, y que colocará a la Suprema Corte de Justicia de la Nación nuevamente en una situación extrema.

Ya una vez tuvo que resolver el intento de prolongar el mandato del presidente de la Corte por medio de un artículo transitorio. Ahora tendrá que litigar sobre un intento de descuadernar la Constitución.

EL PRESIDENTE, DESESPERADO

Lo delicado del caso, es que este tipo de decisiones revelan ya, no sólo nerviosismo, sino desesperación porque las cosas ya no salen como él lo imaginaba.

Convoca, para el miércoles, a toda su feligresía, a una criminal concentración en el Zócalo, sólo para tratar de convencerla de las bondades de sus intenciones, aunque los hechos no le permitan conseguirlas.

Lo único irrefutable es que el gobierno de la 4T cerrará su tercer año, con cifras sumamente negativas: Se desborda la tasa de inflación, hay una alarmante fuga de capitales y se contrae la actividad económica sin visos de levantarse.

Así, el año cerrará con un 7 por ciento de inflación, fuga de más de 14 mil millones de dólares y contracción económica del 0.4%

De hecho, van seis trimestres consecutivos de salida de capitales, lo que no ocurría desde 1986.

Esta noticia se da en medio de la peor crisis de salud que vive el país desde el siglo pasado y entre anuncios de una 4ª ola de pandemia y muertes ante una nueva variante del Covid19

Pero en México, lejos de preparar medidas de contingencia, el presidente López Obrador ordenó el regreso a clases en instituciones de educación superior pese a que pronto vendrá el periodo vacacional.

Los gobiernos estatales han decretado también semáforo verde en prácticamente todo el territorio nacional, aunque el pico de infecciones empieza a crecer nuevamente.

Empresas farmacéuticas advirtieron esta semana que podría venir un “nubarrón de desabasto”, porque el gobierno federal ha retrasado las fechas de las licitaciones.

La licitación, compra y distribución de fármacos tardará al menos 3 meses. Es decir, hasta marzo del 2022.

López Obrador acusó de corrupción a industriales farmacéuticos, pero nunca dio nombres concretos ni inició litigios al respecto.

Negoció con la Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos (UNOPS) el reordenamiento, compra y distribución de medicamentos, por tan sólo 45 millones de pesos.

El organismo no pudo con el paquete. Las próximas semanas serán cruciales para la Secretaría de Salud, si es que quiere resolver pronto el desabasto.

Pero como fue el propio presidente quien empezó el desorden, seguirán las concentraciones masivas; en los estadios de futbol, en el Zócalo. ¡Mexicanos al grito de…!

VAN A MORIR LOS QUE TENGAN QUE MORIR

Como si no fuera suficiente para una semana de pánico, López Obrador agitó el avispero de los mercados financieros y se recetó la nueva de que Arturo Herrera no será propuesto para gobernador del Banco de México.

Esto acabó por desfondar la confianza, y es el panorama con el que entrará a su tercer año de gobierno. Él insiste que México crecerá este año un 6%. Los reportes internos y externos revelan lo contrario. A ver.

Él asegura que la caída económica por la pandemia será en forma de V y no de L, como predicen los expertos. Sea como sea, hoy ya existen en México 52 millones en pobreza laboral.

Entre el segundo y el tercer trimestre de 2021 la población con ingresos inferiores a la canasta básica pasó de 39.9 a 40.7%, según datos del Consejo Nacional para la Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).

Este incremento de 0.9 puntos porcentuales significa que casi 1.1 millones de personas se sumaron a la pobreza laboral entre julio y septiembre, para llegar a más de 52 millones de personas en esa condición.
Veremos con sumo interés esa concentración masiva. Podría convertirse en el acto más irresponsable, que enmarque el derrumbe definitivo de Andrés Manuel López Obrador.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *