Por: Miguel Ángel Mata Mata
1.
Calor es la energía que se manifiesta por un aumento de temperatura y procede de la transformación de otras energías. Es una sensación que se experimenta al entrar en contacto con un cuerpo caliente o al estar en un ambiente caliente y se le denomina: “tener calor”.
El calor, visto desde la física, no se tiene, el calor es una transferencia.
2.
La primera referencia formal sobre la importancia del fuego, que da calor, se encuentra en Heráclito (540 a. C.-475 a. C.), quien sostenía que el fuego era el origen primordial de la materia.
Para Anaxímenes lo caliente y lo frío son estados comunes de la materia. Aristóteles (384 a. C.-322 a. C.), agregó dos pares de cualidades fundamentales: caliente y frío, seco y húmedo.
Galeno (129-199) propuso una escala cualitativa que costaba de cuatro estados de calor y cuatro de frío, el punto neutro se obtenía agregando cuatro partes de agua hirviendo y cuatro partes de hielo.
Estas ideas se mantuvieron durante más de 23 siglos.
3.
Las ideas de Aristóteles comienzan a ser cuestionadas a mediados del siglo XVI, cuando se propone la existencia de una quintaesencia de la materia, la existencia de un agente universal responsable de todas las reacciones químicas.
Robert Boyle (1627-1691), negó al fuego todo carácter corpóreo y consideró que debía existir cierta unidad de la materia, lo que implicaba que debería estar compuesta por corpúsculos.
En el siglo XVII y los primeros años del XVIII, se originaron discusiones sobre la estructura de la materia y ocurrió otro acontecimiento importante en la historia del calor, Georg Stahl (1660-1734) enuncia la teoría del flogisto.
Este no debe ser confundido con el fuego material, el que se manifiesta en la llama y en el calor cuando se producen combustiones, sino que es un elemento inaccesible que poseen todos los cuerpos combustibles.
En el transcurso del siglo XVII se oponen dos teorías sobre el calor, la del flogisto, y la que defendían los seguidores de los atomistas griegos, quienes admitían la corporeidad del fuego, considerando que este se constituía por partículas pequeñas, ligeras y sutiles, que tenían a su vez una enorme movilidad para penetrar en la materia en sus diferentes estados, capaces de operar simplemente con su presencia en forma de fluido imponderable, el calórico.
Entre 1775 y 1787 Lavoisier elaboró una teoría de los gases, en las que introducía el principio del calórico. En este periodo surgía el concepto de temperatura y empezaron a construirse termómetros, para medir la frialdad de las cosas.
Joseph Black (1728-1799) utilizó estos termómetros para estudiar el calor, observando cómo las diferentes sustancias que se encontraban a desiguales temperaturas tendían a llegar a un equilibrio cuando se les ponía en contacto.
En 1798 Benjamin Thompson, conde de Rumford, observó en Baviera, que, al perforar cañones, la cantidad de calor que se obtenía dependía del estado del taladro y llegó a la conclusión de que el calor no era un fluido, sino una forma de movimiento.
En 1812 Humphry Davy confirmó la presunción anterior.
Esta idea culmina con los trabajos del médico y físico Julio R. von Mayer en 1842 y posterior y definitivamente en 1850 con James Prescott Joule, que establecen que el calor y el trabajo no son más que manifestaciones de la energía térmica, la cual puede ser convertida en un porcentaje en trabajo, mientras que el trabajo puede ser totalmente convertido en calor.
Finalmente se comprobó que el calor no podía ser entendido como una sustancia material, sino que es una forma de energía.
4.
En el 2022, finalmente, Abelina López Rodríguez describió la sexta esencia del calor: “la calor también puede ser un factor para la violencia”.
5.
El calor produce energía. Sus unidades para medirla son la caloría y la kilocaloría. La ausencia de energía, en todo ser vivo, incluido el ser humano, provoca alteraciones como, por ejemplo, que el ser humano se torne violento.
La presidente municipal dijo mal lo que es correcto. El calor y la mala alimentación combinadas, pueden ser factores que alteren el cuerpo del ser humano y lo tornen violento, pero…
6.
La presidente municipal, así con el artículo LA que la antecede e indica el género del presidente, no tiene quien le escriba ni quien le ayude.
La calor, así, con el artículo indeterminado, no aplica al género que corresponde a El calor.
La calor le ha provocado, a Doña Abelina, ocupar un lugar privilegiado en las tendencias de redes nacionales que ni el calor de Acapulco pudo detener. Se han mofado de ella.
Por fortuna apareció un mamarracho, llamado Alfredo Adame, y borró los calores tropicales acapulqueños.
7.
Abelina es nuestra presidente municipal. Nos representa a todos. Por transferencia calórica en redes, las burlas a ella se transfieren a todos los acapulqueños.
Que alguien le ayude, por favor. Que alguien le escriba. Que alguien le eche una mano. Ella, sola, no puede.
— ¿Tiene acaso a alguien que maneje su imagen o…?
— Quienes debieran ayudarle con su imagen se divierten haciéndola caer frente a las cámaras un día si, y al otro también.
8.
La importancia de un artículo, en éste caso el musical LA, ¿le ha daño buena o mala fama?
QUE CONSTE

  1. Ahí tienen a centenas de morenistas cuestionando la elección del nuevo presidente del comité directivo estatal del PRI en Guerrero ¿Acaso no fue un dedazo del tamaño de King Kong la designación del líder estatal de MORENA? Aplica la sentencia bíblica: Ven la paja en el ojo ajeno y no el leño en el propio.
  2. La presidente municipal de Acapulco haría bien en sacudirse a quienes en nada le ayudan para cuidar la buena imagen de quien es, a final del día, la presidente municipal de Acapulco. Sin políticas profesionales de comunicación es más fácil que vuelvan a suceder, que dejen de haber sucedido, hechos como el de “La calor” o el de “Toma la nota”. Pareciera que alguien se los dejó ahí, bien sembrados y con consigna.
  3. En Breve la gobernadora Evelyn Salgado Pineda presentará un balance de los primeros cien días de su gobierno. A diferencia de algunos ayuntamientos, el del gobierno del estado se asentó y presentará un proyecto sexenal incluyente y de consensos, más allá de partidismos estériles, que solo dividen a los guerrerenses.

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