Sara Lovera

SemMéxico, Ciudad de México, 29 de agosto del 2022.- Este sábado voló al espacio sideral María Eugenia Tamés Mejía, tras una vida productiva y comprometida con las mujeres; nos dejó un inmenso y fantástico legado de historias e imágenes de las mexicanas.

Feminista, docente, directora, cineasta multipremiada, nunca abandonó esa sonrisa que producía paz en el intercambio; rigurosa y valiente en su tarea de comunicación, se despidió lentamente.

En las redes sociales, su hija, Sandra Ortega Tamés, difundió la noticia. Decenas de personas, alumnas, colegas, la despidieron con palabras generosas, recordándola como maestra, viva, activa, diligente y comprometida.

El recuerdo

En 1981 conocí a Maru quien con otras cineastas ya hacían cine feminista, la vi siempre con una mirada viva y amable, dulce y sincera.

Con ese halo de genialidad que tienen las artistas, tuve a su lado muchos encuentros, compartimos discusiones, análisis y materiales.

No tuve más que admirarla y respetarla.

La recuerdo filmando o dirigiendo el movimiento de las mujeres costureras en 1985; dilucidando sobre las dificultades de la vida en pareja y luego el divorcio; retratando la vida de las mujeres trabajadoras de las maquilas; pero también mirando con ojo agudo la vida en los campos petroleros, las biografía de las  matemáticas que delinean el curso de la vida desde el pensamiento complejo,  solidaria y siempre dispuesta; amplia para realizar en el Canal 11 de Televisión los Diálogos en Confianza, espacio multipremiado donde se analizó desde la condición femenina a la vida sexual, a las desgracias virales, como el VIH Sida.

En 1979 había hecho, con su compañera Maricarmen de Lara, una investigación profunda sobre las mujeres de la Ciudad de México en situación de prostitución.

Su generosidad me permitió hacer un reportaje, porque me prestó toda la investigación y los testimonios que serían después ese documental emblemático titulado No es por Gusto; ella y el equipo llegaron a los lugares donde vivían esas mujeres, en los márgenes de la capital de la República, su vida cotidiana, sus dolores, sus esperanzas, sus pensamientos. Esa fue su primera obra, que pronto salió a la luz.

Compartí con ella y otras 4 comunicadoras el Premio Mujer al Máximo, (2005) por la labor realizada en favor de la salud de las mujeres a través de los medios de comunicación y promovido por la también feminista, la fotógrafa Lucero González.

Maru Tamés, durante las siguientes décadas dedicó todo su trabajo a hacer visibles las historias de vida de muchas mujeres, su trabajo ha sido fundamental para mirarnos en la pantalla, con productos pedagógicos fundamentales.

El sábado María Eugenia Tamés Mejía, tras una dolorosa enfermedad,  a los 76 años, voló, nos dejó  un largo y necesario documental sobre esas mujeres, y también  y un hueco inmenso.

Quién fue y qué hizo, de acuerdo a cómo se elaboran las biografías de hechos:

Maru Tamés fue el nombre artístico de María Eugenia Tamés Mejía. Se le definió como una productora, directora, conductora, guionista, docente y feminista mexicana.

Su trabajo creativo, su ojo cuestionador, tocó los demás asuntos de las mujeres, la salud, la sexualidad y la prevención del VIH, para hacer visibles las historias de vida de mujeres, así como biografías de mujeres matemáticas.

Estudió psicología de 1962 a 1966 en la Universidad Nacional Autónoma de México. Después de graduarse se interesó por el cine y decidió estudiar en el Centro Universitario de Estudios Cinematográfica, (CUEC) de 1978 a 1983, también de la UNAM, donde seguramente se encontró con sus colegas, Márgara Millán, Maricarmen de Lara, Ángeles Necoechea, y otras. ​

Formó parte del primer grupo de mujeres cineastas feministas mexicanas que comenzaron a mostrar historias alternativas de las vidas de las mujeres tomando en cuenta una multiplicidad de vidas, experiencias y perspectivas de mujeres.

En 1979, siendo estudiante en el CUEC, realizó junto con María del Carmen de Lara​ su primer documental No es por gusto. ​ En este documental se cuenta la vida cotidiana de un grupo de prostitutas de la Ciudad de México.

En 1986 se une al Colectivo Cine Mujer​ y un año después participa en la realización del documental Bordando la frontera, dirigida por Ángeles Necoechea. ​ Este documental aborda la vida de las mujeres maquiladoras en Ciudad Juárez, Chihuahua, México. ​

Fue productora y asistente de dirección en el documental No les pedimos un viaje a la luna, sobre las mujeres costureras del 85, ganador del Premio Ariel al mejor mediometraje documental en la XXIX Entrega de los Arieles de la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas, México 1987 y del Premio especial del jurado del XIV Festival de Cine Iberoamericano de Huelva, España 1988.

Dirigió durante seis años (1998-2004)​ el programa televisivo de contenido social Diálogos en Confianza, de Canal Once del Instituto Politécnico Nacional. Durante su dirección el programa fue reconocido en seis ocasiones con el Premio Nacional de Periodismo ​ y buscó que fuese un programa analítico y de servicio a la comunidad. ​

En el 2006 fundó la organización Umbral Comunicación Participativa A.C., ​ que se enfoca en mejorar la calidad de salud y vida de mujeres.

En el 2014 comenzó a trabajar con las historias de vida de mujeres matemáticas mexicanas realizando documentales y talleres.

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Filmografía:

• 1988 – Documental «Testimonios del Petróleo», a 50 años de la industria petrolera de reconocimiento a los sobrevivientes de la expropiación petrolera. Dirección.
• 1986 – Documental «Otra manera de hablar Documental», sobre la mujer trabajadora en la UNAM. Dirección y guion. ​
• 1985 – Documental «No les pedimos un viaje a la luna», sobre las costureras en el terremoto de 1985. Productora y asistente de dirección.
• 1979 – Documental «No es por gusto», sobre prostitución. Dirección, montaje y producción.
• 1998-2004 – Conductora y directora de Diálogos en Confianza
• 2001 – 2003 – Productora Ejecutiva de la Serie «Diálogos a fondo».