Ha sido una constante en lo que va del actual gobierno de la 4T en Guerrero, de utilizar al Consejo para la Construcción de La Paz como su instrumento de portada para glorificar sus argumentos a favor de encontrar la pacificación del estado, pero la realidad a superado por mucho su intento por lograrlo cuando han minimizado la aplicación de la “prevención del delito” cómo no solamente primera, sino primerísimo acción institucional de los Ayuntamientos para contener la generación de la inseguridad. 

Hasta el cinismo lo han manifestado las alcaldesas tanto de Chilpancingo Norma Otilia Hernández Martínez como la alcaldesa de Acapulco, Abelina López Rodríguez, que a su Ayuntamiento No le correspobde la prevención del delito, con el prurito de una y mil supuestas explicaciones y posturas protagónica que lo único que han mostrado es no solo su incompetencia sino su desconocimiento de la Ley Reglamentaria del Municipio Libre, siendo Abelina, dice ella “doctora en derecho”; que pensar del resto de los alcaldes y alcaldesas del estado que No cuentan ni con una mínima parte de lo que administran para la prevención del delito las alcaldesas mencionadas. 

Más extraño resulta que ediles de la zona de Tierra Caliente, como de la Sierra de Guerrero hayan levantado la voz al unísono en contra de las fuerzas de seguridad y en particular en contra de los elementos de la Fuscalia del Estado, al frente la cuál la Maestra Sandra Luz Valdovinos Salmerón,   uniéndose a ellos tres diputados locales, en una acción más inverosímil y protagónica que en sentido estricto están lejos de buscar y aportar soluciones a tan grave problema, cuando la Fiscalía es una institución que actúa a “reacción”, No a la prevención del delito. Y es ahí dónde se encuentra el Talón de Aquiles en la prevención y qué además tanto en las policías municipales como a las estatales la ciudadanía No le tiene la menor confianza, que mantienen a favor de los elementos de la Sedena y la Marina. Y ni mencionar la inactividad sobre.la prevención del delito de la LXIII Legislatura, cuyos miembros están más ocupados en la bisutería política que en los temas que cotidianamente exige, por no decir imploran los guerrerenses.

El gobierno de Evelyn Cesia Salgado Pineda no está para apagar infiernitos como los que buscan provocar con sus aquelarres este grupo de ediles y diputados, y que además cómo ya es una costumbre -con línea- de buscar el “negrito en el arroz” meten en su inusitada maniobra a la FGE, en anuncios indebidos que surgen de la ignorancia, la inexperiencia y la incompetencia de los ediles sometidos a las fuerzas oscuras, intentando revolver más las aguas de la gobernanza y la gobernabilidad.  

El cónclave de los ediles y sus adherentes diputados de ninguna manera se origina en su exigencia de la presencia de la gobernadora en esa zona, y sus arrebatos por la inseguridad en sus municipios, que si bien eso es real, es desviar la atención a los problemas de los desplazados en esos municipios y que ha todas luces existe una grave presencia de células delincuenciales, y que además No dejan de ser una postura de intentona  distractora de avanzar en una agenda que pueda carecer de sentido ante lo  inevitable del proceso electoral del 2024.

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