El periplo de los precandidatos de Morena camina por muy iferentes estadios dónde lo más significativo es la parálisis de la hasta ayer preferida del señor de la Mañanera, el avance de Marcelo Ebrad y el caminar lento de Augusto Adán.

No sólo son los números y encuestas obtenidas por las casas especializadas y el propio partido Morena, sino por la participación ciudadana que ha dejado de ser un ente cautivo para convertirse en un sujeto sumamente activo y participante, qué distingue claramente el contenido y ofertas de las llamadas corcholatas.

El caso de Claudia Sheinbaum llega hasta el patetismo bien ilustrado pues su discurso acartonado pretendiendo con voz y manejo corporal imitar a su jefe político, no llega a un auditorio manejado en la mayoría de los casos por las autoridades locales morenistas, manifestando una total falta de carisma, y que han desatado en más de una ocasión la iracunda reacción del pueblo bueno acarreado y abandonado a su suerte.

Tal parece que la misma suerte está echada y Ebrad le ha apostado a marcar la ruta, su ruta con nitidez y con el “Plan Ángel” se ha desmarcado revelando
altura de miras, su capacidad política intelectual, afirmando claramente qué: “nosotros no somos conformistas ni mediocres, y todo lo que nos hemos propuesto lo hemos conseguido”. Palabras afirmadas en el evento del lanzamiento del Plan Ángel.

El ánimo, el tablero y el reloj se ha movido, se ha inclinado a favor de Ebrad, disputando por puntos el trabajo del exsecretario de Gobernación, Adán Augusto que en Acapulco movilizó cerca de ocho mil personas bajo un sol abrazador, mostrándose además qué la agenda preelectoral ya no se maneja, no se controla desde el Palacio Nacional, dejando a Claudia Sheinbaum desamparada.

La opinión pública a percibido qué el Plan de Ebrad es auténtico y ha penetrado en el ánimo nacional, exponiendo en principio qué la estrategia de seguridad, el Talón de Aquiles de este sexenio, se aplicará en cuatro campos prioritarios, porqué le queda claro qué sin estrategia No se tendrán los resultados a los qué se aspiran. Así a respondido a sus críticos.

Claudia Sheinbaum habla desde la sumisión, mejor imposible.
Marcelo Ebrad desde la política misma. Adán Augusto desde la obediencia. Xochitl Gálvez desde la libertad.
Y no hay maquinaria electoral que borre esto.

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