1.
Primero, se dice en el Génesis, fue el dedazo.
Plutarco Elías Calles, líder máximo de la Revolución Mexicana, supo ejercer el poder de su dedo para poner a títeres en la silla presidencial.
Su índice ponía y quitaba a los presidentes durante el periodo llamado El Maximato cuando, por ejemplo, gobernaba Pascual Ortiz Rubio, pero quien mandaba… vivía enfrente.
Y si no obedecían al jefe máximo: ¡Caput!
2.
Luego fue el Tapado.
En 1957, el caricaturista Abel Quezada dio nombre al proceso de sucesión presidencial en México.
En la portada de la Revista de Revistas dibujó a un hombre, elegantemente trajeado, y fumando los cigarrillos Elegantes, con el rostro tapado con un trapo blanco, con agujeros donde van los ojos: El Tapado, le bautizó.
El presidente Adolfo Ruiz Cortines forzó a los interesados por servir a la Nación “a moverse con cautela, a recorrer las oficinas de todos los precandidatos y a participar en la “cargada”, es decir, el expreso respaldo de políticos al candidato.
Fue Adolfo López Mateos el primer tapado en ese ritual místico mediante el cual los hados del poder sabían interpretar el método espiritual cuyo único fin sexenal era encarnar la “unanimidad de las fuerzas vivas del PRI ”.
3.
Luego llegaron Las Corcholatas.
Leandro Rovirosa, quien se desempeñó como secretario de Recursos Hidráulicos durante el sexenio de Luis Echeverría y luego como gobernador de Tabasco, durante el gobierno del presidente José López Portillo, “destapó” a seis aspirantes a la presidencia de la República en 1976, entre ellos a López Portillo.
En ese año, durante una recepción por un encuentro entre México y Cuba, López Portillo y Raúl Castro se topan Rovirosa. López Portillo le dice a Castro:
— “Este es el ingeniero Leandro Rovirosa, secretario de Recursos Hidráulicos’.
Entonces, Raúl le dice: “Ah, el destapador”, y el ingeniero dice:
— “Sí, y esta es mi corcholata favorita”, señalando a López Portillo.
Y le atinó.
4.
Después, la resurrección.
Abel Quezada mató en 1989, a su hijo, El Tapado.
En un cartón publicado en Novedades, el monero lo volvió a pintar… pero en una tumba.
Explicó: “Los sucesos del 1988, cuando el PRI se fracturó, y porque la democracia lo exige, el tapadismo debe morir”, dijo.
El monero no se percató que su creación, como la materia, no se crea ni se destruye, solo se transforma.
Y se transformó por cuarta vez.
5.
El jueves, Marcelo Ebrard lanzó un “Yo Acuso”, al dedo del gobierno federal que financia a una tapada a la que llaman corcholata y que en ese proceso viciado desfilan, los corcholatos, en torno a ella.
Poco tardó el berrinche. Por la noche se disciplinó.
En ese inter, Adán Augusto López, otro paisano del destapador de corcholatas, lanzó una confesión de partes, cuya leguleya frase amerita relevo de pruebas:
“Importa el proyecto, más que el hombre”, dijo.
Esa frase, es autoría del ideólogo mayormente reconocido entre los priístas, Jesús Reyes Heroles, quien sentenció: “primero es el plan, y después el hombre.
Reyes Heroles también es autor de la política del Humanismo Social.
¿Quién dice que su política es el humanismo?
— Creo que se llama Andrés Manuel López Obrador.
6.
El dedazo, el tapado, las corcholatas, como el PRI, el PRI, el PRI, no se crean ni se destruyen. Sólo se transforman.
Negarlo es negar el proceso de selección del candidato presidencial del partido del Estado Mexicano, cuya coyuntura vivimos hoy en una simulación en la que el presidente de México ha combinado, prematuramente, el dedazo, el tapado y la corcholata para decidir que todo ello, combinado, define a una mujer: Claudia Sheinbaum.
— Primero fue, dice el génesis, el dedazo, luego el tapado, luego la corcholata y, tras la muerte de esos, la resurrección, en la cuarta ocasión.
— Quien no quiera ver, no verá. Quien no quiera escuchar, no escuchará. Quien no toque la puerta, no le será abierta.
NUMERARIA
a.
En el 2018 Andrés Manuel López Obrador ganó la elección con 30 millones 113 mil 483 votos. El 53.19% de la votación.
Le siguieron Ricardo Anaya Cortés, con 12 millones 610 mil 120 votos, 22.17% de la votación; José Antonio Meade Kuribreña, con 9 millones 289 mil 853, 16.40% y Jaime Rodríguez Calderón, con 2 millones 961 mil 732 votos, 5.23%.
Seis años antes, la elección de presidente fue ganada por Enrique Peña Nieto con 19 millones 158 mil 592 votos, frente a los 15 millones 848 mil 827 votos de su contendiente más cercano, Andrés Manuel López Obrador.
— ¿Qué pasó entre una y otra elección, donde el candidato del PRI perdió diez millones de votos y los ganó AMLO?
b.
En un estudio aplicado por El Universal y Parametría, en marzo del 2015, se concluyó que el voto duro de los partidos se diluía, siendo los mayormente afectados el PRI y el PRD.
Lo mismo sucedió en otro estudio aplicado en el 2018:
Al analizarse el voto duro de esta misma manera en el periodo 2000-06 se encontró que el albiazul tenía al menos 7 millones 700 mil apoyos y que para 2018 enfrentaría una caída de 14%.
Mientras tanto, el PRI registraría un aumento de 2%, es decir, 191 mil sufragios adicionales para 2018 y el PRD sería el partido con un mayor descenso, al pasar de 3 millones 600 mil a un millón menos, lo que representa una disminución de 28% en este renglón.
c.
Con datos del INE, que dará a conocer a finales del 2023 los padrones de cada partido, el PAN registró en el 2020, ante ese organismo, a 252 mil 140 personas en su padrón de afiliados. En 2017, tenían alrededor de 379 mil militantes.
En 2017, el PRI reportó al INE tener 6.3 millones de militantes, pero para 2020 se desplomó a 2.06 millones.
En 2017, el PRD tenía 5 millones de afiliados validados ante el INE. Pero en 2020 el número cayó a 1.2 millones.
En 2017 el PT reportó 513 mil afiliados y en 2020 fueron 448 mil 492.
El Partido Verde reportó en 2020 tener 660 mil 874 y en 2017 fueron 308 mil. Es decir, duplicó su padrón de militantes en tres años.
Movimiento Ciudadano, en los datos de 2020, aparece con 381 mil 735militantes y tres años antes, en 2017, eran 469 mil.
MORENA tenía 319 mil afiliados en 2017 y en 2020 subió a 466 mil 931.
SIN EMBARGO
Se hicieron dos encuestas para definir a los tres finalistas por el Frente Amplio de México.
Una encuesta de 3 mil casos en vivienda que valió el 70%, y otra telefónica, también de 3 mil casos, que valió el 30%.
En la ponderación de ambas, Xóchilt Gálvez le saca 12 puntos de ventaja a Beatriz Paredes (38% vs. 26%).
Pero en la encuesta de vivienda, las dos mujeres están en empate técnico: 32% para Xóchitl y 29% para Beatriz.
La candidatura presidencial de oposición se va a definir, después de cinco debates, con una encuesta de vivienda que pesará 50%, y el otro 50% con la votación presencial del 3 de septiembre entre todos aquellos que se hayan registrado en la plataforma hasta el 20 de agosto (incluidas todas las firmas ya validadas de la etapa anterior).
Hay un dilema: Xóchitl tiene el respaldo de la sociedad civil. Beatriz la de la estructura de su partido.
A menos que el PAN decida retirar a Santiago Creel y ofrecerle su respaldo a Xóchitl, es muy probable que la candidata opositora a la presidencia sea otra emisaria de aquel PRI que no se crea ni se destruye: Beatriz Paredes.
AL FINAL
Giacomo de Lampedusa redactó, de manera maravillosa, una serie de cuentos cortos entre los que destaca La Sirena.
Su única novela, El Gato Pardo, relata cómo los cínicos del viejo régimen provocaron que todo cambiase, durante la Revolución en Italia, para que todo siguiera igual.
La paradoja y cita original expuesta por Giuseppe Tomasi di Lampedusa expresa la siguiente contradicción aparente:
“Si queremos que todo siga como está, es necesario que todo cambie”.
QUE CONSTE
En Acapulco se hizo circular una encuesta de la empresa Masive Caller, donde se asegura que las presidentes municipales de Acapulco y Chilpancingo, respectivamente, Abelina López Rodríguez como Otilia Hernández serían reelectas, si las postula su partido, MORENA.
Lo que no dice la encuesta es que la posibilidad de que se respete la cuota de género para una mujer dependerá de la postulación del candidato presidencial de MORENA.
Y si es Claudia, el candidato será varón.
En esa encuesta el segundo que aparece como preferido por los morenistas es Yoshio Ávila.
Asi que, como decía el viejo reportero Carlos Ortiz Ortiz:
— ¡Aguas!

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