De Frente El Quinto Pasajero Por: Miguel Ángel Mata Mata MAQUIAVELO En su obra “El Príncipe, Nicolás Maquiavelo trataba de ilustrar la forma de adquirir, mantener y fortalecer un principado. Maquiavelo se centra en varios aspectos fundamentales, siendo uno de ellos la relación del gobernante con sus súbditos. En esa parte, el italiano se preguntaba qué es mejor, ser temido o amado. Dice Maquiavelo que, si hubiera que elegir sería mejor ser temido que amado, pues ser amado depende de la voluntad de otros y: “Los hombres tienen menos cuidado en ofender a uno que se haga amar que a uno que se haga temer”. Y concluye: “Los príncipes nuevos, por la debilidad de su posición, no pueden escapar a la fama de crueles si quieren conservar sus reinos”. EL MIEDO Una emoción desagradable, provocada por la percepción de un peligro, real o supuesto, presente, futuro o incluso pasado, es miedo. Una emoción primaria que se deriva de la aversión natural al riesgo o la amenaza, que se manifiesta en todos los animales, lo que incluye al ser humano, es miedo. Su máxima expresión es el terror. En Acapulco estos dos últimos días el miedo se ha impuesto. Los ciudadanos tienen miedo. Tienen terror. Le temen al poder. Al poder real. NO al institucional. CRÓNICA DE UN MIEDO GENERALIZADO El 5 de enero tomó posesión Sergio Ángel Sánchez García como comandante del mando especial de la Guardia Nacional en Acapulco. A partir del día 8 de enero, la Guardia Nacional comenzó un operativo para reordenar el transporte colectivo en la ruta Acapulco-San Marcos. El 9 de enero, Alejandro Solano, un líder de las muchas organizaciones de transportistas que existen en Acapulco, fue asesinado. El día diez de enero se anunció una manifestación contra la Guardia Nacional porque ésta exige a los taxis colectivos subir, máximo, a cuatro pasajeros por unidad. El día once de enero, a las siete de la mañana, taxis colectivos de la ruta Acapulco-San Marcos, protestaron ante el cuartel de mando de la Guardia nacional en Acapulco: exigen que les permitan llevar, al menos, cinco pasajeros en cada vehículo, en lugar de los cuatro que les ha ordenado la Guardia Nacional. Ese mismo día mataron al hermano de un líder de transportistas; balearon a un urbanero en la vía rápida, que lleva a Pie de la Cuesta; quemaron una urvan en La Poza y circularon audios amenazantes dirigidos a los transportistas: “se prohíbe que salgan a trabajar; quien lo haga que se atenga a las consecuencias”. Ese día, el miedo paralizó al transporte en Acapulco. Miles de ciudadanos caminaron para regresar del trabajo a sus hogares, con miedo. El día doce de enero Acapulco amaneció sin transporte colectivo. Y con miedo. EL PODER REAL Las instancias de gobierno de todos los niveles, hicieron lo siguiente: El día once, el director estatal de transportes dijo, por la mañana, que todo era normal. Por la tarde, una comisión de la policía estatal emitió un comunicado en donde anunciaron rondines para dar seguridad a transportistas y ciudadanos. Todo el día, el municipio ordenó a sus cuerpos de seguridad ofrecer patrullas para dar raid a los ciudadanos. Los días once y doce el miedo fue el que impuso sus condiciones: se paralizó el transporte y muchos negocios comenzaron a cerrar ante el ausentismo de empleados que nomás no pudieron llegar a sus centros de trabajo. El poder institucional demostró tener miedo a ejercer el monopolio de la violencia que, por ley, el pueblo ha depositado en sus manos. El poder real mostró quién manda en la ciudad, mediante el miedo que, de escalar, será terror. EL QUINTO PASAJERO Luego de la crisis por Otis no ha quedado claro cuál es la tarifa del transporte. Supongamos, sin conceder, que es de diez pesos. Cada taxi colectivo sube y baja pasajeros a lo largo de su ruta. Un asiento les representa, al final del recorrido, algo asi como doscientos pesos. Y, en un día, hacen al menos diez recorridos, lo que se traduce en dos mil pesos al día. ¿Y si son diez taxis? ¿Y sin son cien? ¿Y si son mil? ¿Y si son diez mil? De ahí sale para pagar al chofer, al dueño de la conexión, a los jefes del poder real y para dar propinas a distintos cuerpos de seguridad. ¿Cierto o falso? Esa es la importancia del quinto pasajero. OTRA VEZ MAQUIAVELO En ésta crónica del miedo y de la ausencia de un quinto pasajero se demuestra que Maquiavelo fue acertado en sus recomendaciones. En ésta trama costeña, el poder institucional quiere ser amado, porque asi pretende ser votado este año de elecciones, y han actuado con tibieza y miedo. El poder real sabe utilizar el miedo como herramienta de ejercicio de poder. Y lo ha demostrado al paralizar a la ciudad, mediante el terror. Y todo porque la Guardia Nacional quiere que sean cuatro, en vez de cinco, los pasajeros que vayan en cada taxi colectivo. Por favor. — ¡Ya! ¡Que suelten el quinto!

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