Por: Miguel Ángel Mata Mata

CACHIRULO
— ¡Adiós, amigos! No olviden tomarse su chocolatote.
Con esa frase cerraba su programa, Teatro Fantástico, el fabuloso Enrique Fernández Tellaeche, más conocido como Enrique Alonso o, por su pseudónimo, Cachirulo.
Tan popular fue el programa de televisión, y el mismo Cachirulo, que todo el país, durante los años 1955 a 1969, no olvidaron tomarse su chocolatote.
Obvio será decir que el programa fantástico fue patrocinado por una fábrica de chocolate, llamada La Azteca.
Cachirulo daban vida a reyes, princesas, monstruos, duendes, brujas, hechiceros y príncipes que habitaban bosques y castillos ubicados en un mundo del pasado y lleno de magia y fantasía.
De ahí que, como mexicanismo, la palabra cachirulo fue, y es, sinónimo de farsa, mentira, fantasía.
CACHIRULES
Cachirules es el plural de Cachirulo, cuya definición se puede encontrar en una de las acepciones del Diccionario de Americanismos, que significa: persona mentirosa. Es decir, que trata de engañar a alguien a propósito.
En México, cuando se juega dominó y alguien pone una ficha que no corresponde, el resto de jugadores la devuelven diciendo: Estás metiendo cachirul. Es decir, estás tratando de hacer trampa
El fútbol tomó dicho calificativo en los llanos de las categorías amateur, para emplearlo en los jugadores que, sin ser parte de la plantilla registrada en el equipo, eran alineados para completar el mismo y evitar con ello la derrota en la mesa por falta de jugadores.
Esta práctica implicaba engañar al árbitro, ya que se alineaba a un jugador empleando el registro de otro, provocando con ello un cachirulo.
Con el tiempo, el término cachirulo en México ha pasado a usarse para mencionar que alguien o algo está en el lugar de otro.
Incluso, el ejercicio excesivo de cachirulear, costó a la selección mexicana una sanción impuesta por la FIFA por la cual México no acudió al mundial de futbol de Italia.
EL ACUERDO 625
El Instituto Nacional Electoral determinó, en el año 2023, el acuerdo 625.
En aquel entonces se determinó que para ser considerado de raza negra bastaría una carta donde el aspirante a la negritud afirmase pertenecer a esa comunidad y… ya.
¿Negro al plumazo? ¿Cachirul efectivo? No. Negro al instante, aunque bien intencionado.
La tarde del jueves, dos, de tres ministros del Tribunal Federal Electoral, acordaron devolver, al Instituto Nacional Electoral, el acuerdo que autorizaba la candidatura al Senado, por el estado de Guerrero, a alguien que no pertenece a la comunidad afro mexicana.
El INE deberá revisar nuevos documentales objetivos, es decir, concretos, de la impugnación interpuesta por la comunidad afro mexicana, donde demuestran que el señor Mario Moreno Arcos no pertenece a esa comunidad.
El INE deberá resolver, con nuevos criterios, si el candidato al Senado es negro, indígena, mestizo, mentiroso o… cachirul.
LAS ACCIONES AFIRMATIVAS
La decisión de los magistrados tiene que ver con el avance en las acciones afirmativas, que serán muy utilizadas en el presente proceso electoral.
Estas acciones habrán de modificar, tanto candidaturas, como las asignaciones de cargos de elección popular, una vez concluido el conteo de votos.
O sea, para algunos muchos, aún ganando, no se habrá ganado.
Esto es porque las acciones afirmativas son el mecanismo para igualar, de manera afectiva, las desigualdades sociales e históricas.
¿Son viables en las instituciones electorales?
Desde luego que son viables porque las acciones afirmativas son políticas públicas cuyo objetivo es compensar las condiciones que discriminan a ciertos grupos sociales del ejercicio de sus derechos.
En este caso, la comunidad afro mexicana, ha sido marginada de su derecho por la mentira de alguien que, en su defensa, sostiene que ser guerrerense es sinónimo de pertenecer a esa comunidad.
— A ver. Es como si alguien, por bailar la Iguana, ya es calentano.
Las acciones afirmativas, pues, fueron establecidas para revertir cualquier desigualdad en el ejercicio de los derechos político-electorales.
LO QUE ES
En su sesión pública de resolución, los magistrados María Silva Rojas, presidente de la Sala Regional, y José Luis Ceballos Daza votaron a favor de suspender la candidatura del excandidato priista a gobernador y hoy aspirante al Senado de la República por el partido Movimiento Ciudadano.
“Se trata de un asunto complejo sin duda alguna, pero en particular a pesar de los lineamientos puedan trazar una ruta simple, creo que debemos identificar que los planteamientos que se vienen haciendo cuestionan el vínculo que tenga esta persona con pruebas documentales”, han precisado los magistrados electorales.
Existe una diferencia sustancial con lo que resolvió la Sala Regional en las elecciones anteriores porque no se contaba con un planteamiento concreto y esas fueron las razones para privilegiar que no aplicara de manera llana la auto adscripción que se plantea en el proyecto. Han dicho.
NO ES LO MISMO
No es lo mismo, ser moderno Cachirulo, con todo y su chocolatote.
Cachirul, en el juego del dominó.
Cachirul, en el fútbol.
O negro de la Costa, de Guerrero y de Oaxaca.
No es lo mismo, porque los negros sí se pasean por Charco choco, San Nicolás y El Maguey.
No por la Sierra.
MEJOR UN POEMA
Olvidemos la muina que nada bueno deja.
Recordemos a Pedro Infante, cuando le cantaba a su negra querida:
Pintarme angelitos negros
Poema de Andrés Eloy Blanco.
“…Desengáñese, comadre,
que no hay angelitos negros.
Pintor de santos de alcoba,
pintor sin tierra en el pecho,
que cuando pintas tus santos
no te acuerdas de tu pueblo,
que cuando pintas tus Vírgenes
pintas angelitos bellos,
pero nunca te acordaste
de pintar un ángel negro.”
PRECISIÓN
En la entrega anterior preguntamos quién fue la mano que movió al joven Alberto Mogollón a protestar en el Congreso Local la semana pasada.
Esa mano es la exigencia de las acciones afirmativas que también benefician a mujeres, indígenas, afro mexicanos y a la comunidad LGBT.
Esas acciones afirmativas modificarán, en mucho, la conformación de cabildos y Congresos Locales.
Al tiempo.