n el Partido de la Revolución Democrática (PRD), las cosas no pintan bien. La incertidumbre reina mientras se acerca la decisión sobre el registro nacional y el único escaño a diputado federal por la vía plurinominal, parece tenerlo asegurado Ángel Ávila, pero la disputa continuará hasta agosto.

Por otro lado, los Chuchos, liderados por Jesús Zambrano, están intensificando su presencia en el PRD de la Ciudad de México, buscando asegurar el escaño que hay y que dicen les corresponde, a Nora Arias.

A nivel federal, ni Zambrano ni otros pudieron obtener un escaño por la vía plurinominal, y tampoco están dispuestos a ceder espacio al ex jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera que a pesar de su destacada labor como candidato en el Distrito 7 Federal, en Gustavo A Madero, y de haber sido el jefe de Gobierno con más votos, perdió ante la fuerza de Morena.

La lucha interna ahora se intensifica al interior del PRD CDMX, donde seguirá existiendo al alcanzar un 3.6% de votación, con los Chuchos resistiendo el avance de Mancera y protegiendo su posición en el partido, que han mantenido durante más de 30 años a expensas del erario público.

Y Sepa La Bola… pero en Grupo Empresarial Casa S.A de C.V (GECSA), dirigido por José Carlos Sánchez Guzmán y especializado en seguridad privada a nivel nacional, se han realizado denuncias de abusos laborales y prácticas deshonestas por parte de los empleadores.

Varios trabajadores asignados a la seguridad en lugares como Infonavit o funerarias Gayosso, señalaron irregularidades en sus nóminas, falta de vacaciones, incumplimiento de prestaciones y maniobras financieras para evadir obligaciones fiscales, perjudicando a los empleados.

Ante esta situación, los empleados se organizan para protestar y exigir condiciones laborales justas, buscando el apoyo de un líder sindical para combatir las malas prácticas, como el incumplimiento en el pago de cuotas obrero patronales.

Se revela que la empresa utiliza esquemas fiscales, simulaciones y ajustes ante el IMSS para evadir responsabilidades, aprovechando su buena relación con funcionarios del Gobierno para mantenerse impune.

Con la esperanza de un cambio, los trabajadores buscan que la nueva administración, encabezada por la presidenta Claudia Sheinbaum, intervenga y promueva legislaciones para erradicar estas prácticas perniciosas que afectan a numerosas empresas en México, pero sobre todo a la clase trabajadora.

Y Sepa la Bola pero donde las cosas cambiaron para seguir igual, o peor, es en el Reclusorio Norte, donde los abusos laborales generan molestia entre custodios que por órdenes del jefe de Grupo Elesvan Hernández Bautista, además de sus malos tratos, manda a cubrir servicios de 24 horas a custodios, por atenciones a internos enfermos. Los celadores deben llegar por sus medios, auto, taxi, camión, Metro o como puedan… pero ¡van uniformados y armados! Y es que los vehículos oficiales simplemente no tienen gasolina, porque nos aseguran que alguien se la roba. Sí como en antaño, cuando el corrupto PRI se encargaba de los penales. Por eso esperan que con Clara Brugada ahora sí se pueda combatir la corrupción en las cárceles, y atender sus múltiples problemas.

Es en el llamado Reno donde un peligroso reo federal, de un grupo de la delincuencia organizada tiene bajo su servicio a varias autoridades de seguridad, y hay uno más, al que incluso le permiten que rente teléfonos celulares a internos a cambio de mil 500 pesos semanales. Ese cobro lo hacen los mismos internos y celadores para entregárselo. Resalta que Elesvan además tiene a su hermano también trabajando como encargado de Seguridad, Hugo Hernández Bautista, en el centro de sanciones Administrativo, mejor conocido como “El Torito”. Así el nepotismo.

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