Varios medios de comunicación y digitales, han hecho un balance de los resultados de las elecciones del dos de junio, con diversos análisis que coinciden en la supremacía del Movimiento de Regeneración nacional (MORNA), y el desfondamiento de los partidos tradicionales de la alianza opositores (PAN-PRI-PRD), que no habían sufrido jamás una derrota tan catastrófica como la ocurrida recientemente.
Sin duda, existía un humor social favorable al partido en el poder, por el fuerte impacto de los programas sociales del presidente Andrés Manuel López Obrador, que han beneficiado a decena de millones de familias mexicanas, más de tres cuartas partes de la población, la mayoría de ellas, desprotegida y vulnerable, que no quiso correr mayores riesgos con otras ofertas electorales inciertas.
No se necesitaba ser pitoniso para prever el desenlace electoral y así sucedió, sin dejar margen a impugnaciones de peso, y las existentes, aún se dirimen en los tribunales electorales, sin la menor posibilidad que culminen exitosamente.
La extraordinaria derrama económica del gobierno federal permeó en diversos sectores sociales, antes ningún gobierno de la República había hecho algo semejante, pues orientaban la mayoría de los recursos oficiales a obras faraónicas y de infraestructura básica, sin faltar los programas sociales que solamente beneficiaban a núcleos reducidos de la población y actualmente, se expandieron de manera generalizada.
Este fue solo uno de los factores de la contundencia de los resultados, habría que agregarles otros como el notable incremento de los salarios mínimos, que durante décadas permanecieron rezagados bajo el falaz argumento del incremento de la inflación, formula típica de la política neoliberal de gobiernos anteriores dictada por los organismos supranacionales Banco Mundial (BM) y el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Existieron otros elementos más para ponderar el triunfo del partido oficial y sus candidatos a los puestos de elección popular. Las grandes obras de alto impacto como el Tren Maya, la Refinería Olmeca Dos Bocas, el Corredor Interoceánico, el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), etc.
La alianza opositora basó su campaña en propuestas del retorno de programas sociales del pasado, como las guarderías infantiles, las escuelas de tiempo completo y el Seguro Popular, mismas que fueron desdeñadas por los electores que prefirieron continuar con el segundo piso de la transformación que les aseguraba un mejor bienestar a sus familias a plazo inmediato.
En eso se basó fundamentalmente el triunfo arrollador de la doctora Claudia Sheinbaum Pardo, por más de 36 millones de votos, muy superior a los 30 millones obtenido por López Obrador en 2018, con sendas campañas sin parangón en la historia electoral mexicana.
Los partidos políticos tradicionales se debaten en un futuro incierto, tendrán que renovarse desde sus entrañas para seguir sobreviviendo, el PRD ya quedó eliminado; el PAN y el PRI están obligados a una profunda reflexión de sus dirigencias y militancias desde posiciones autocríticas y constructivas para continuar en el escenario político nacional.
La oposición tendría que renovar sus estrategias en forma extrema, porque se avecinan importantes batallas legislativas y políticas, que por los indicadores electorales serán ganadas por MORENA y sus partidos aliados, al contar con mayoría calificada en la Cámara de Diputados federal, con la posibilidad que ocurra lo mismo en el Senado de la República.
Marea Baja.- El tri-rector Javier Saldaña Almazán se cura en salud con su supuesta campaña anti-corrupción en la UAGro, que le servirá de pretexto para continuar con la purga de universitarios no alineados a sus decisiones autoritarias.
Resulta que el tri-rector está empeñado en sancionar y hasta expulsar a varios universitarios que supuestamente han hecho pingues negocios con la inscripción de estudiantes para escuelas superiores de difícil acceso, como las facultades de Medicina, Odontología y Enfermería, los cuales fueron detectados por los órganos de control internos de la máxima casa de estudios, lo que no está mal en ningún sentido. Sin embargo, al interior de la universidad, Saldaña Almazán está empecinado en liquidar a sus adversarios políticos. Primeramente los acusó de acosadores y ahora de corruptos, sin que nadie de ellos pertenezca a su grupo político, o de sus aliados.
Decíamos que el tri-rector se está curando en salud, porque es del dominio público su enriquecimiento inexplicable, al cual indirectamente se refirió el presidente López Obrador sobre los rectores ricos y las universidades pobres.
Marea Alta.- En torno a la administración estatal se han vertido diversidad de opiniones y críticas, en todos los sentidos, primordialmente sobre el tema de la inseguridad y la violencia, presentes en la vida cotidiana en Guerrero, sin que ésta limite la normalidad de la marcha de la entidad.
Pese a todos los dimes y diretes, la gobernadora Evelyn Salgado Pineda, salió bien rankeada entre las gobernadores y gobernadores del país al quedar clasificada entre las mejores calificadas en la encuesta de la empresa “Demoscopía Digital”, logrando una aprobación del 64.4, siendo esta puntuación la más alta desde que asumió el gobierno de Guerrero y con ello, va remontando en la aceptación y apoyo de los guerrerenses.
Maremoto.- El dirigente del Frente Cívico Nacional y de la Marea Rosa, Guadalupe Acosta Naranjo, hizo un llamamiento para crear una nueva alternativa ciudadana y constituirse en un nuevo partido político.
Sobra decir que Acosta Naranjo ha sido un miembro prominente del grupo de “Los Chuchos” y al ver la hecatombe del PRD, se salió por la tangente para sorprender a ingenuos, incautos y aventureros políticos para que lo sigan en sus nuevas andanzas.

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