Por Abel Miranda Ayala
El profesor Alejandro “N” quien fue expulsado como trabajador de la Universidad Autónoma de Guerrero luego de acusaciones de hostigamiento sexual en la Escuela Superior de Ciencias de la Tierra, se quitó la vida y dejó una carta póstuma en la que confirma que lo hace debido a lo que él llamó falsas acusaciones promovidas por la defensoría de Derechos Humanos que no realizó una verdadera investigación en torno a la supuesta acusación.
En la carta, fechada el 3 de noviembre de 2025, Alejandro “N” señaló directamente a la titular de la DDHU, por emitir una recomendación de culpabilidad sin un análisis exhaustivo del caso, lo que derivó en su expulsión definitiva por el Consejo Universitario.
En el escrito denuncia que la dependencia universitaria violó sus derechos constitucionales y laborales, al hacer públicos sus datos personales y omitir la investigación adecuada.
La UAGro decidió eliminarme de la nómina de manera injustificada, sin seguir un procedimiento laboral de la ley del trabajo.
En la redacción estableció que la expulsión de la nómina de la Universidad lo afectó de manera moral, física, económico y psicológico, por lo tanto tomaba la decisión de quitarse la vida.
El académico también acusó a la apoderada legal de la UAGro, de no atender en tiempo y forma su caso, quitándole el derecho a tener una defensa, además de que le hizo firmar un documento en dónde la universidad le otorgaba un año sabático, pero añadiendo su renuncia al término del convenio.
Asimismo, señaló a la estudiante AZT como la persona que presentó la denuncia en su contra, asegurando que actuó “de mala fe”, y establece que todo el proceso fue elaborado por una maestra.
La Escuela Superior de Ciencias de la Tierra publicó la esquela lamentando la muerte del que establecieron como “querido profesor”, hasta el momento la rectoría de la Universidad, el Consejo Universitario o la Defensoría de Derechos Humanos no ha emitido un posicionamiento al respecto.
En el final de su carta, el profesor reitera que se trata de una visión sesgada de los hechos y un relato inducido por la doctora Catalina y avalada por el director, asimismo, se despide de su familia con quienes se presume que también le generó problemas esta acusación de acoso; “Pido perdón a mi maravillosa Esposa y a mis dos hijos, los Amo”.

