La Generación Z (GZ) tiene no pocas preocupaciones, desafíos y sueños para el futuro inmediato. La generación de jóvenes más rebelde e inconforme por esencia contra el statu quo y las instituciones gubernamentales.
El fantasma de la Generación Z recorre el mundo, como en un tiempo se dijo del comunismo para atemorizar a sociedades con potenciales signos de liberación del yugo de explotación capitalista, ejercido ferozmente en países atrasados o en vías de desarrollo.
En Movimiento GZ es un producto de la comunicación global, teniendo a la Internet como herramienta de organización masiva de sectores de la juventud, impactando en el destino de sus naciones ha sucedido en Nepal, China, India, Bangladesh, Pakistán, Indonesia, Filipinas, Egipto Nigeria, Perú, México y otros más de todos los continentes.
En el caso de México, la Generación Z convocó a una marcha en la Ciudad de México, contra la inseguridad, la corrupción y la falta de oportunidades a la juventud mexicana, en educación, empleo, vivienda y otros aspectos vitales en su desarrollo individual y social.
En sus orígenes la convocatoria era legítima y orgánica, la cual se fue desdibujando por la intromisión de fuerzas políticas opositoras al gobierno de la Cuarta Transformación y el vil asesinato del alcalde de Uruapan, Carlos Manzo, provocando gran indignación nacional.
La marcha del 15 de noviembre en la Ciudad de México, había generado una gran expectación, misma que se diluyó por las violentas acciones protagonistas del llamado “bloque negro”, quedando en último plano las legítimas demandas de la Generación Z.
Sin duda, se manifestó el malestar de grupos políticos y sociales sobre la conducción del país, a causa de algunas políticas públicas poco efectivas que tienen insatisfechos a sectores sociales y económicos, afectados en sus intereses, en lo particular y en lo general.
Las versiones del desarrollo de la marcha son contradictorias, sin que se conozcan a ciencia cierta las cifras reales del número de asistentes, solamente han trascendido en las redes sociales y medios de comunicación, los enfrentamientos con la fuerza pública y la condena automática del gobierno federal y gobiernos estatales, en solidaridad con la presidenta Claudia Sheinbaum, también se sumó por lógica el partido MORENA.
Sin embargo, el gobierno de la Cuarta Transformación, independientemente se trate de adversarios políticos, no debe poner oídos sordos, sino mostrar atención para atender y resolver la aguda problemática de la inseguridad que golpea con impunidad a una gran cantidad de familias mexicanas, que han perdido a seres queridos y la latente amenaza se seguir ocurriendo.
Las cifras oficiales siempre son optimistas ante una realidad innegable que se sufre todos los días en diferentes aspectos, lo cual viene mermando la confianza en las instituciones y en el partido en el poder.
Por eso y por mucho más, la Generación Z seguirá presente y adquiriendo mayor fuerza.
