La razón no es el único criterio para determinar qué teoría es correcta, ya que las decisiones científicas también están influenciadas por factores sociales y culturales
Thomas S Kuhn


A estas alturas de la administración de la 4T con sus pifias cotidianas, escándalos de corrupción, personajes incómodos, muertes por la violencia, carencia de medicamentos y una larga lista, es para que la oposición se estuviera dando un banquete con todo eso, particularmente el PRI y el PAN. Pero ellos siguen con su narrativa que en los últimos comicios les fue muy bien y son ganadores, nada más falso, hoy no representan una alternativa real para el electorado.
De aquel viejo partido que era catalogado como “la dictadura perfecta” nada queda, los números son implacables. Por ejemplo, el tricolor tiene 37 diputados federales y 14 senadores. Mientras los blanquiazules cuentan con 71 curules y 14 escaños. Los primeros tienen dos gubernaturas y los segundos cuatro. El PRI cuenta con casi un millón y medio de militantes y el PAN con alrededor de 300 mil, ahí se entiende porque los han barrido en los comicios, como en la federal del 2024 cuando Morena les ganó la presidencia con 36 millones de votos.
De nuevo, con esos números y poco crecimiento, no son competitivos, no son opción a pesar de que presumían de un aparato nacional, ahora esa estructura está puesta para el mejor postor. Tampoco se les puede creer que serán los salvadores del México que vivimos cuando ya tuvieron su oportunidad. Resulta deprimente que hemos conocido lo malo y lo ahora lo peor.
En este mismo espacio se lo dije, la soberbia y la estrategia de Alejandro Moreno para quedarse con el PRI y su enfrentamiento con Morena, tarde o temprano le iban a pasar la factura. También comenté que no era inmediato. Primero por los tiempos que lleva un proceso para hacer juicio político. Segundo, iban a esperar un momento idóneo, es decir cuando al poder le fuera conveniente por los escándalos o la presión y parece que llegó el momento. Una especie de “caja china” para desviar la mirada de la opinión pública.
Pero ojo, aquí no se dice que sea inocente Alejandro Moreno, se trata solo de poner las cartas sobre la mesa y no se puede ocultar la mala imagen, ni tampoco que la marca PRI es asociada con corrupción, ellos la construyeron así por más de 70 años y luego los seis más de Peña Nieto. A eso hay que sumar la mano de la gobernadora de Campeche, Layda Sansores que la tiene y ¡bastante pesadita! Y es la fiscalía campechana la que hizo la petición formal al Congreso de la Unión.
Las acusaciones de la fiscalía son por enriquecimiento ilícito cuando fue gobernador, se le endilgan adquisiciones inmobiliarias por montos millonarios, extorsión a contratistas y favorecer a familiares, por ello hay cinco carpetas de investigación. Claro que el caso tiene tintes políticos y se va a poner bueno ya que en marzo se inició el juicio de desafuero y los morenos no han perdido la oportunidad de exhibir los excesos de “Alito” y Noroña le ha mandado dardos venenosos, estuvieron a punto de pasar a los golpes.
Así que se avecina una tormenta para el priista, van a estirar la liga y tendrá que lidiar con una tormenta político-judicial, los morenos y varios ex priistas que salieron del partido por extender su mandato hasta el 2032. El liderazgo de “Alito” Moreno está marcado por la controversia, la desconfianza, pocos resultados y un futuro incierto… pero mejor ahí la dejamos.

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Hasta la próxima.

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