Por Baltazar Jiménez Rosales
Para el Ayuntamiento de Chilpancingo es complicado verificar los estándares de higiene que manejan los puestos ambulantes expendedores de comida, sobre todo porque se encuentran en la calle.
A pesar de esto, informó la titular de la Secretaría de Salud Pública Municipal, Graciela Lilia Sánchez, la dependencia a su cargo periódicamente lleva a cabo una supervisión para comprobar que cumplan con la normativa vigente en la materia.
Apuntó que algo que complica esta supervisión es que “muchos de los puestos ambulantes, un día están y al otro ya no, lo que hace que se complique su verificación, por lo que estamos sobre todo con platicas de manejo de alimentos, es decir, cómo deben tratar el agua, la ropa que deben portar y convenciéndolos, cuando no encontramos las condiciones que deben ser para que ellos recapaciten”, expuso.
Puntualizó que de acuerdo con los plazos que establece la norma, si no hay cumplimiento llegan a las sanciones económicas del establecimiento, aunque la regulación sanitaria no tiene como fin multar: “a nosotros no nos interesa que el comerciante vaya a dar una cantidad de dinero por una multa, nos interesa que hagan las cosas bien”, remarcó.
Agregó que el personal que lleva a cabo la cloración del agua en la capital pertenece a Control y Regulación Sanitario quienes también se encargan de verificar los puestos semifijos y ambulantes.
“La verificación sanitaria está dividida en dos partes, la de los grandes restaurantes, le toca a la Copriseg, ellos son los responsables y los ambulantes y como pueden ver los semifijos, salones de belleza, hoteles en cuestiones de regulación sanitaria nos corresponde a nosotros y hacemos la regulación periódicamente”, indicó.
Estos establecimientos deben contar con un permiso para funcionar, y deben contar además con ciertas medidas que deben cumplir, aunque remarcó la dificultad para llevar a cabo la verificación con los ambulantes.

