De Julio Ayala Carlos
- El llamado de Jesús Urióstegui…
EN EL PLEITO ENTRE LA ALCALDESA de Acapulco y el Auditor Superior del Estado, por la fiscalización de recursos federales, la única voz hasta ahora sensata es la del presidente de la Jucopo del Congreso local, quien ha llamado a las partes a la serenidad y el diálogo. Y es que mientras la presidenta desconoce al auditor, precisamente para que la audite, éste la amenaza con meterla a la cárcel.
Es cierto. La ley no se negocia. En este sentido, en vez de que el auditor del estado esté amenazando con la cárcel a quienes no se le hincan a fin de que les cuadre las cuentas, en vez de eso, debe cumplirla y ya. Ésa es su facultad y su obligación, sin chantajear y amenazar a los alcaldes
Pero no. En vez de eso Marco César Paris Peralta Hidalgo quiere ver, decíamos, hincada, humillada y a grito de llanto a Abelina López Rodríguez, quien le cuestiona y le desconoce la facultad de auditarla en el tema de recursos federales. Y no, no es que la alcaldesa porteña se niegue a que la auditen, sino que no quiere que lo haga el auditor de referencia.
¿El motivo? ¿El por qué?
De acuerdo a la edil, el auditor estatal no tiene facultades para hacerlo, de acuerdo a la ley federal, y a una opinión de la propia Auditoría Superior de la Federación, mientras el otro señala que sí, que porque existe un convenio de colaboración institucional, y porque la Constitución Política del Estado así lo señala. Esto último no es cierto.
En fin. Algo ocurrió o descubrió López Rodríguez sobre el actuar de Peralta Hidalgo porque en lo que corresponde al primer año de su gobierno de su primer periodo, es decir, el 2022, no hubo tal enfrentamiento por la fiscalización de los recursos federales que reciben los municipios, sino hasta el 2023 cuando la presidenta municipal del puerto, desconoce facultades al Auditor estatal para que lo haga.
Así, mientras la alcaldesa le desconoce facultades al auditor, éste la amenaza con meterla en la cárcel…
En el fondo, el pleito entre uno y otro no es de fiscalización, no es por la auditoría de los recursos públicos federales, sino un asunto de competencia y de poder, pues mientras la edil le desconoce facultades para fiscalizarle, el auditor, cual chamaco se ha montado en su burro para que lo haga ante él, con la amenaza de que si no lo hace la va a meter a la cárcel.
Aquí pues entra la actitud conciliadora del presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso del Estado, Jesús Urióstegui García, quien ha llamado a las partes a serenarse, al diálogo y acuerdo para que se cumpla la ley, es de decir, de rendición de cuentas, de fiscalización.
En efecto, el llamado del también coordinador de los diputados de Morena en el Poder Legislativo es lo más sensato, cuando los ánimos se han calentado, pues a la amenaza Peralta Hidalgo de meter a la cárcel a López Rodríguez, tras retirarla del cargo de alcaldesa, ésta ha contestado con movilizaciones.
Hay que decirlo. Con todo y que hoy es de Morena, el Auditor Superior del Estado, Marco César Paris Peralta Hidalgo es un viejo militante del PRI, gracias al cual obtuvo los mejores cargos de su vida. Así está formado, donde la orden del jefe no se discute, se aplica, y como lo aprendido no se olvida, hoy quiere meter a la cárcel a la alcaldesa porteña porque ésta no se le arrodilla. Quiere demostrar, pues, quién manda, quién es el jefe.
En tanto, la presidenta municipal de Acapulco, Abelina López Rodríguez, al venir de la lucha social, de la izquierda y por consecuencia milita en Morena, no es de las que se dejan. Si me pegan a mí, le pegan a los acapulqueños, ha dicho, con quienes se identifica. No por nada ganó sin ningún problema la reelección en Acapulco.
En fin. Habría que hacerle caso al diputado Jesús Urióstegui García. De cara al 2027, a Morena no le conviene un conflicto interno. Y no estoy diciendo que no se fiscalicen los recursos públicos. La Auditoría Superior de la Federación puede hacerlo directamente.
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