Ciudad de México, 26 de octubre de 2025. En la 133 jornada por Ayotzinapa y México, las madres y padres de los 43 normalistas desaparecidos por el Estado mexicano denunciaron los nulos avances en las investigaciones y que a 11 años y un mes no saben nada de sus hijos.



La marcha inició del Ángel de la Independencia con la formación de los contingentes como los normalistas de Ayotzinapa, organizaciones sociales, sindicatos, colectivas, la comunidad Otomí y personas solidarias que acompañaron a las familias. El atardecer caía entre los grandes edificios, con un horizonte amarillento a lo lejos.
Las madres y padres con el rostro de sus hijos en las lonas marcaron el paso para empezar el recorrido, gritando las consignas. Al mismo tiempo don Melitón Ortega, tío del estudiante desaparecido Mauricio Ortega Valerio, me’phaa de la Montaña de Guerrero, en el micrófono reclamaba a las autoridades que no ha habido avances en las investigaciones, solo simulaciones porque no se compromenten en saber cómo fueron desaparecidos los 43 y menos del paradero de los jóvenes. “No estamos pidiendo otra cosa, sino que se realicen las investigaciones a fondo para encontrar a los 43”.
“En las reuniones se han comprometido, pero en los hechos no se toman en cuenta. No vemos resultados. Han dicho que los responsables fueron los criminales, pero sabemos por las investigaciones profundas que realizó el Grupo Interdisciplinario de Expertos Indepedientes (GIEI) que se fueron descubriendo los diferentes actores que participaron durante y después de la agresión. Hay testimonios, llamadas y más pruebas para tomar la decisión para asesinar a tres estudiantes y desaparecer a los 43. El ejército tuvo participación activa y hoy se niega entregar toda la información que tiene en sus manos. Los estudiantes sobrevivientes fueron testigos de la actuación de los militares que estuvieron monitoreando, pasando información a los altos mandos y estuvieron al tanto de las llamadas de los policías municipales e integrantes del crimen organizado”, señaló Melitón durante la marcha.
Las consignas seguían al unísono: ¡Ayotzi vive, la lucha sigue! ¡por qué, por qué, por qué los asesinan si son la esperanza de America Latina! ¡Si el Che viviera, que chinga les pusiera! ¡AMLO decía que todo cambiaría, mentira, mentira, la misma porquería!
Cuando llegaron al antimonumento a los 43, el abogado de las madres y padres, Isidoro Vicario reclamó que las autoridades federales hayan intencionado actividades culturales en un día que saben que las familias realizan marchas los 26 de cada mes desde el 2014. A pesar de los obstáculos “tenemos que seguir alzando la voz porque en el país se han disparado las cifras de los desaparecidos a más de 133 mil personas”. Luego, doña Hilda Hernández, madre del estudiante desaparecido César Manuel Gónzalez Hernández, realizó el pase de lista de los 43 jóvenes, los tres caídos y Aldo, quien está en coma.
La marcha llegó al Hemiciclo a Juárez, donde se instaló un mitin. El abogado Isidoro Vicario habló del dolor que tienen las madres y padres por la falta de sus hijos. Lo único que quieren es que regresen a casa. Con el corazón desgarrado, las familias han aseverado que si el gobierno no quiere que protesten, hagan mítines, plantones “regresen a nuestros hijos”.
Doña Cristina Bautista, madre del estudiante desaparecido Benjamín Ascencio Bautista, dijo que “a once años y un mes seguimos en las calles, gritando por la presentación con vida de nuestros hijos. No podemos olvidarlos. Necesitamos saber a dónde están, cuándo nos los van a regresar, cuándo nos van a decir la verdad de lo que pasó esa noche del 26 de septiembre de 2014, en Iguala, Guerrero. Es muy difícil caminar en esta lucha, pero seguimos en pie con los estudiantes de las normales”.
Para doña Cristina no están detenidas las personas que fueron responsables del crimen de esa noche, donde “asesinaron tres estudiantes, tres civiles y un normalista quedó en coma. No es posible que en 11 años y un mes no sepamos nada. Es muy triste no saber dónde están nuestros hijos, y no nos podemos callar porque los extrañamos. Hay que alcanzar esa verdad que tanto queremos”.
Por su parte, don Bernabé Abraján, padre del estudiante desaparecido Adan Abraján de la Cruz, exigió al ejército mexicano que entregue los 800 folios; investigue dónde se llevaron los 17 jóvenes que estuvieron en barandillas y fueron llevados al 27 batallón de infantería en Iguala; las llamadas telefónicas de los celulares de algunos estudiantes después de la agresión; la extradición de Tomás Zerón de Lucio y José Ulises Bernabé y la investigación que se tiene que hacer contra las autoridades del estado de Guerrero.
“Tantas líneas que hemos exigido a este gobierno y no hay ninguna respuesta, pero vamos a seguir luchando para que este gobierno nos dé solución. Después de los 43, siguen desapareciendo a muchas personas más en el país”, dijo don Bernabé.
Las madres y padres ven poca voluntad del gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum en el caso Ayotzinapa, pero deben dar respuestas. Las actividades de exigencia por la presentación con vida de los estudiantes ha sido soboteada por las autoridades. El 26 de septiembre colocaron muros para no dejar pasar a las familias que cargan con el dolor, dejando a las víctimas a su suerte.
Las familias van a seguir levantando la voz cada 26 hasta que las autoridades avancen con las investigaciones y se dé con el paradero de los 43 estudiantes. Sus fuerzas llegan de las personas solidarias. Han dejado sus lágrimas en sus comunidades para buscar a sus hijos, pero los recuerdos mojan sus ojos. Por eso piden al pueblo de México que siga acompañando hasta alcanzar la verdad y la justicia.
Foto: Juan Luis Altamirano

